Entrevista a Sandra Bullock

La película que Sandra Bullock estrena en España, «Un sueño posible», le brindó el primer Oscar de su carrera. La cinta está basada en la obra «The blind side: evolution of the game», de Michael Lewis, que narra la historia de Michael Oher, una estrella de la NFL americana. Cuando Michael es expulsado de su casa se encuentra con Leigh Ann, una madre de familia que decide adoptarlo y cambiar su vida. Una mujer que también habrá de cambiar la vida de Sandra Bullock al interpretarla. Fue precisamente tras la ceremonia cuando pudimos hablar con la flamante ganadora de este año.

-Su nueva película, «Un sueño posible» está basada en la historia del jugador de fútbol americano Michael Oher. Sin duda todo un testamento de cómo el espíritu humano puede ser generoso.

-¿Sabe lo más triste?, que hemos dejado de confiar en la gente que hace cosas buenas por los demás. Vivimos en un mundo muy egoísta en el que parece que a nadie le importa lo que le ocurra al prójimo. La historia de Michael Oher es maravillosa. Una inspiración para todos, real, y que demuestra que aún en el mundo hay gente que sabe hacer las cosas bien.

-¿Después de interpretar el personaje de Leigh Ann cambió en algo su punto de vista ante la vida?

-Una de las cosas que siempre me he cuestionado es por qué la gente utiliza su fe y su religión como una bandera para no hacer lo que deben. Yo he tenido experiencias con la religión que no han sido muy buenas, no me creo que los que están bajo ese escudo sean todos buenos, pero Leigh Ann cambió mi manera de pensar porque es una mujer honesta que practica exactamente lo que dice sin echarte sermones.

-Sin duda Leigh Anne ha tenido un impacto muy positivo en su vida.

-Debo reconocer que no me he sentido cien por cien a gusto con este personaje en ningún momento. Es una mujer completa, maravillosa, con un espíritu único y yo no me sentía capaz de representarla en toda su dimensión.

-Tanto cuestionar su capacidad para interpretar a Leigh Ann y al final se llevó el Oscar con este papel.

-Inesperado completamente. Cuando me vi en el escenario con el Oscar en la mano pensé que yo nunca había aspirado a ganarlo y mucho menos con este personaje. Siempre he admirado a los actores que han conseguido el Oscar pero jamás pensé que un día habría uno para mí. Tampoco pensé que esta película fuera la gran oportunidad de ganar. Piense que dije no a este proyecto desde el principio y sólo decidí interpretarlo cuando me convenció el director.

-¿Cómo reacciona ante la admiración que provoca?

-Yo me río de los cumplidos porque no creo nada de lo que la gente dice en esta industria. Todos mienten. Me es muy difícil aceptar un cumplido.

-¿Por qué dice que todos mienten en Hollywood?

-Porque conozco las mentiras de esta industria. Todo el mundo adula al que tiene delante pero luego los critican por detrás. Yo prefiero que no hablen de mí a que me mientan.

-¿Usted nunca pierde el sentido del humor?

-Es lo que me mantiene mentalmente sana. He heredado el sentido del humor de mis padres. En mi familia lo usamos para enfrentarnos a las situaciones difíciles. Creo que deberían enseñar en el colegio lo importante que es reírse de uno mismo y no tomarse la vida demasiado en serio, siempre con responsabilidad, por supuesto.

-Usted ha hablado de trabajar menos como actriz, ¿peinsa dejar también de producir películas?

-Para mí, la producción está dentro de la misma categoría que la interpretación. Ambos trabajos requieren mucho tiempo de tu vida y necesitan que te entregues a título personal. Ahora mismo para que me involucre en un proyecto tiene que ser algo que me fascine y que merezca la pena hacerlo. En estos momentos estoy feliz con lo que he conseguido profesionalmente y no me interesa acelerarme en nada.

-¿Que recuerda de la noche de los Oscar?

-Que pasé muchísima hambre. Al final, estaba como loca por comerme una hamburguesa y quitarme el vestido y los zapatos. Fue una noche maravillosa, inolvidable.

Via: www.abc.es
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